Aborto: del feminismo radical a la “solución final”
Aborto: del feminismo radical a la “solución final”, por M. A. Ortega
Publicado por
23 Marzo 2009
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“La igualdad feminista radical significa no simplemente igualdad bajo la ley, sino mas bien que las mujeres no tengan que dar a luz. La destrucción de la familia biológica permitirá la emergencia de mujeres y hombres nuevos, diferentes de cuantos han existido anteriormente”
Alison Jagger
«Political philosophies of woman`s liberation». 1977
Emanciparse de la esclavitud de la maternidad es un pilar básico del pensamiento feminista más radical, sin el cual no se entiende la revolución que el feminismo socialista está imponiendo en España a golpe de Decreto y propaganda. Si bien es cierto que para una gran mayoría de la sociedad española resulta inconcebible, por irracional, que una adolescente de dieciséis años pudiera abortar sin permiso paterno (mientras que no puede tomar una cerveza o ponerse un piercing sin el citado consentimiento), es igual de evidente que esta aberración abortista radical está asumida por el feminismo socialista desde Simone de Beauvior. Según la compañera sentimental del filósofo que concebía la vida como náusea y pasión inútil “el feto es un invasor extraño que le roba a la mujer su individualidad frente al considerado por los médicos como una entidad sagrada para definir la identidad de la mujer. La lucha de la mujer será, por tanto, la lucha entre los intereses de la especie y los de la mujer individual” (Simone de Beauvior. El segundo sexo. Citado en La Revolución silenciosa. Libroslibres. Jesús Trillo Figueroa).
El 14 de marzo de 2004 el Partido Socialista Obrero Español gana las Elecciones Generales y España se constituye en el único país de Occidente donde el feminismo radical alcanza la cumbre del Poder Ejecutivo aliado con el socialismo de corte posmoderno. El cambio es cualitativo pero la batalla ideológica se venía gestando desde, al menos, las dos últimas décadas. Celia Amorós y Amelia Valcárcel hacen un verdadero trabajo de “orfebrería ideológica” en el ámbito universitario. El fruto maduro de esta tarea (nunca improvisada) es un caldo de cultivo de pensamiento generalizado que se va empapando de una ideología de género que pasa desapercibida para la mayoría de la sociedad. Foucauld ya había concebido un arma desconocida hasta entonces: la manipulación del lenguaje era la antesala del dominio generalizado de las conciencias. Una dictadura perfecta digna del 1984 orwelliano.
¿Qué tiene que ver el aborto en esta reflexión y por qué incluir la misma en el apartado de “Ciencia con Conciencia” de nuestro blog? Creo que esta ley del aborto, made in Spain, ya se ha extralimitado claramente de la reflexión científica y filosófica. La prueba es que hubiera sido el Ministerio de Sanidad el que habría liderado este proyecto antinatalista y eugenésico. Pero lo cierto es que ha sido el Ministerio de Igualdad el que formalmente ha capitaneado este engendro de verdadera ingeniería social. ¿Por qué? Los defensores de este proyecto totalitario no están por la labor de rebatir argumentos científicos o filosóficos (“cuestiones religiosas” las denomina la ministra Aído) porque para ellos es una cuestión puramente ideológica.
Gádor Joya, la coordinadora de Derecho a Vivir, se preguntaba esta semana cómo era posible que la “Comisión de estudio” del Proyecto de Ley no citara en el Congreso a alguno de los muchos científicos españoles que están bien dispuestos a dar buenas razones sobre la evidencia de que el embrión y el feto humano son, sin ningún género de dudas, vida humana y, además, constituyen un verdadero individuo humano.
El radicalismo feminista y la ideología de género constituyen la matriz de pensamiento omnicomprensivo y cerrado en virtud del cual se “entiende” el último por qué de este magno Proyecto Totalitario y Exterminador de seres humanos. No hay lugar a la posibilidad de debate ni espacio para la reflexión. Pareciera que no solamente se hubiera decretado, de forma interesada, la muerte de Montesquieu sino que la Razón Ilustrada también se hayara en trance de ser inmolada para mayor gloria de la utopía que traerá, indudablemente, la definitiva felicidad a todos y todas los ciudadanos y ciudadanas. El feminismo radical que surge a partir del 68 es “opción política que con el tiempo ha evolucionado hasta convertirse en una ideología política cerrada y con aspiraciones totalitarias”, según Jesús Trillo Figueroa.
Una última reflexión: existe otro ámbito de la Administración Pública que realiza una labor insustituible y fundamental para los intereses de este nihilismo posmoderno “seducido por la muerte”. Me refiero al Ministerio de Educación dirigido por la Sra. Cabrera. El gravísimo problema suscitado con la imposición intolerable de Educación para la Ciudadanía y la consiguiente respuesta heroica de los padres objetores se enmarca perfectamente en toda esta deriva totalitaria. Es condición sine qua non para el éxito del Proyecto socialista que las próximas generaciones conciban el aborto como la “interrupción voluntaria del embarazo” a la que toda mujer tiene derecho en virtud de un supuesto “derecho reproductivo”. No lo olvidemos: aquí ya no “pintan” nada ni el varón, ni el médico, ni la familia ni el resto de la sociedad. Es una elección absolutamente libre de la mujer contra ese feto que, recordémoslo, es “el invasor extraño que le roba a la mujer su individualidad”.
MIGUEL ÁNGEL ORTEGA.
PROFESIONALES POR LA ÉTICA-MADRID