Moda y sexualidad

Castidad en el noviazgo

Vaciando el matrimonio

Vaciando el matrimonio: del derecho al hecho

 Fuente: ACEPRENSA  1.JUN.2012

El Congreso Mundial de Familias (WCF, por sus siglas en inglés) integra a grupos de distintas culturas y países que promueven la familia natural fundada en el matrimonio entre el hombre y la mujer, y que se ocupan de la educación de los hijos. El WCF forma una red internacional de organizaciones profamilia,

pensadores y líderes culturales y políticos, que buscan influir en la sociedad y en la legislación familiar. Recientemente ha celebrado en Madrid su VI Congreso Mundial de Familias. Javier Escrivá Ivars, catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado en la Universidad de Valencia y director del Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad de Navarra, dictó allí la ponencia “El hecho del matrimonio. Retos ante una crisis”, cuyas principales ideas resumimos.

Sentimentalismo jurídico

El siglo XX, según Escrivá, se ha caracterizado por cuestionar los límites del matrimonio y de la familia, es decir, su definición. Pero ha fracasado en su intento de rediseñar una realidad alternativa, dejando más bien una penumbra terminológica que ha afectado al ordenamiento legal.

Aunque la ponencia versa fundamentalmente sobre los aspectos legales del matrimonio y la familia, Escrivá opina que “las mutaciones que se han producido lo han sido no solo del Derecho de familia, sino principalmente de las concepciones sociales imperantes acerca de la familia”. No obstante, el derecho está produciendo actualmente, en una segunda fase, un vaciamiento del concepto del matrimonio en la realidad. Un ejemplo de esta tendencia es la ley del “divorcio exprés”, aprobada por el gobierno de Zapatero, que permite divorciarse a los tres meses del matrimonio, incluso por imposición unilateral de uno de los cónyuges.

Gran parte de la difuminación del concepto legal de matrimonio y de familia deriva de una corriente de sentimentalismo jurídico, que trivializa la realidad del matrimonio y la capacidad de la persona para vivirlo. Así, opina Escrivá, se ha llegado a readmitir, bajo la forma de divorcio exprés, la antigua costumbre del repudio.

Escrivá se pregunta si se puede afirmar actualmente que el matrimonio civil constituya una auténtica relación jurídica: “¿Acaso no se está transformando al

matrimonio en una subespecie dentro del género de las uniones de hecho?”. El autor denomina a esta tendencia “desjuridificación del matrimonio”: “la paulatina difuminación de la sanción jurídica a las obligaciones derivadas del matrimonio (los derechos y deberes conyugales), y su correlativa remisión a un vago mundo de ideales”.

¿Y por qué no?

Esta es, según Escrivá, la razón de que las uniones homosexuales se hayan asimilado el al matrimonio heterosexual. Una vez en el terreno de los sentimientos y de los arreglos fáciles, Escrivá se cuestiona qué sentido tiene seguir manteniendo otros límites legales al concepto de matrimonio y de familia. Por

ejemplo, si el compromiso no es ya una condición fundante del matrimonio, no habría problemas en admitir la poligamia, claro que admitiendo la posibilidad de que el harén sea masculino o femenino, o incluso mixto.

En cuanto a la consanguinidad, el límite legal tiene sentido cuando se piensa en la prole, pero una vez la procreación se separa del matrimonio o incluso de la sexualidad, no habría razones para denegar a dos hermanos la sanción matrimonial que se ha concedido a la pareja de homosexuales. Tampoco habría razones para poner puertas al amor en el caso de dos menores de edad, más allá del engorroso asunto de la inmadurez legal; solo que existiendo la realidad del divorcio exprés, sería difícil convencer a los dos menores de que aún ha de esperar a ser adultos para llegar a la madurez en sus decisiones.

Para Escrivá, la familia natural es la que repetidamente llama “familia de fundación matrimonial”, por lo que la regulación del matrimonio es tanto como la regulación de la familia, y la desregulación de uno, la de la otra. Si se pierde de vista el carácter teleológico (enfocado a un “para qué”) de la regulación del matrimonio y se acepta una regulación de hechos consumados (“ya hay parejas de hombres que viven como si fueran un matrimonio, luego hay que darles esa categoría”), bien se podría llegar a hacer lo mismo con el concepto de familia: si un grupo de amigos decide que en realidad forman una familia, ¿por qué no reconocerlos legalmente como tal? Las palabras de Escrivá para el matrimonio se podrían aplicar igualmente a la familia: si todo es familia nada es familia.

Vínculos irrevocables

Javier Escrivá transmite en su conferencia un punto de vista cristiano del matrimonio y de la familia, y los enfoca desde una perspectiva legal y cultural; sin embargo, considera que ni el matrimonio ni la familia se definen primariamente desde la religión, ni desde el derecho, ni desde la sociología, sino desde la antropología. Se siente justificado a hablar de matrimonio y familia naturales porque entiende que estas realidades son parte de la identidad del ser humano.

Así, el matrimonio y la familia están intrínsecamente unidos a la sexualidad, pero entendida esta también como un elemento identitario y teleológico: “Matrimonio y familia –señala Escrivá– hunden sus raíces en la humanidad del varón y de la mujer”. El concepto de “crianza de los hijos”, fin de la familia, está unido indisolublemente a esta diferencia y complementariedad entre el varón y la mujer. De ahí que la ideología de género suponga un reto frontal al concepto de familia.

La definición de la familia como “el ámbito donde el hombre puede nacer con dignidad, crecer y desarrollarse de un modo integral” (palabras que Escrivá toma de la homilía de Benedicto XVI en el Encuentro Mundial de las Familias de Valencia, en 2006) implica, además de la complementariedad sexual de los padres, la indisolubilidad del vínculo entre los padres y entre hijos y padres. Esos vínculos

son parte de la identidad de cada miembro de la familia, y no meras elecciones revocables. De ahí que el fracaso de un proyecto familiar sea siempre un fracaso personal para cada miembro, más allá de la culpabilidad de cada uno.

La sociedad moderna, y luego la política, han perdido de vista la profunda carga antropológica del matrimonio, lo que ha llevado a simplificaciones y equívocos que aún podrían ir más allá. Por eso, Javier Escrivá considera que es necesario volver a plantear la cuestión en toda su profundidad: cuando se habla de familia, superficialidad y desnaturalización son sinónimos.

Para Escrivá, el concepto de matrimonio (y el de familia) afecta a lo que significa ser persona, por lo que solo puede regularse a la luz del derecho natural: “el matrimonio no es otra cosa que la digna unión entre varón y mujer en cuanto tales. Lo que exige su dignidad, eso es el matrimonio”.

Una espiritualidad desde abajo

EL LIBRO DEL MES
Título: ”Una espiritualidad desde abajo. El diálogo con Dios desde el fondo de la persona”. Autores: Anselm Grün y Meinrad Dufner
Editorial: Narcea, S.A. De Ediciones. Madrid, 2010 6a Edición
Páginas: 133

Público: Mayores. A la hora de afrontar la vida espiritual existen dos posibilidades: asumir un ideal arquetípico y volcar todos nuestros esfuerzos ascéticos a alcanzar las cimas de la espiritualidad. En ciertas fases de la vida espiritual este enfoque tiene sus virtudes, pero antes o después la experiencia del cristiano le lleva a las profundidades de sus zonas de sombra, allá donde sus miserias le revelan impotente para llegar a Dios. Es en esa experiencia de debilidad cuando el cristiano no debe desatender el significado profundo de esta impotencia que descubre el designio divino de que en esa debilidad Dios mismo se descubre como único capaz de salvar al hombre y es de Él de quien el cristiano puede y debe esperar su liberación del pecado y de sus esclavitudes.

EL AUTOR Y SU OBRA

Anselm Grün, benedictino, maestro espiritual y psicólogo, es autor de numerosos libros como “Habitar en la casa del Padre”, “Buscar a Jesús en lo cotidiano” “La oración como encuentro” “La mitad de la vida como tarea espiritual . La crisis de los 40-50” “La salud como tarea espiritual” “Nuestras propias sombras. Tentaciones, complejos, limitaciones” “Si aceptas perdonarte, te perdonarás”, “Nuestro Dios cercano”, etc.

No pretende el autor presentar un tipo de espiritualidad como absolutamente recomendable frente a la otra, pero si advierte de que la espiritualidad desde arriba, ejerciendo la función positiva de despertar vida en nosotros, puede también actuar negativamente produciendo enfermedad cuando los ideales pierden contacto con nuestra realidad.

El peligro de la espiritualidad desde arriba consiste en hacerse la idea de que se puede llegar a Dios por el propio esfuerzo. Pero no. todo esfuerzo nos lleva a constatar que con él solo nadie puede ni hacerse mejor, ni llegar a Dios,

El libro da un repaso a los principales personajes bíblicos como Abrahán, Moisés, David y el mismo San Pablo, como ejemplo de una evolución hacia Dios siguiendo una espiritualidad muy distinta.

Y la enseñanza de Jesús, que nos dice que un corazón contrito es un corazón abierto.

El autor cita en este sentido la espiritualidad monástica, y a su patrón San Benito, que volcaba toda su delicadeza al regular las medidas sancionatorias de los hermanos que habían faltado, precisamente por reconocer la primacía de la misericordia de Dios.

Los monjes -cuenta Anselm Grün- suelen repetir que es necesario reconocerse primero incapaces para que Dios asuma nuestra lucha. “Así lo expresa un viejo apotegma: Un monje consultaba con su viejo director espiritual algunos problemas sobre su continencia. El viejo le explicó: ¡Ánimo! Pon tu

incapacidad ante Dios y quedarás tranquilo”.

Como resumen de la esencia de la espiritualidad desde abajo, nos dice Grün en el capítulo denominado “Experiencia ante la propia nada y ante el fracaso”: La experiencia de Dios no llega nunca como recompensa a nuestro esfuerzo; es la respuesta de Dios al reconocimiento y confesión de la impotencia del hombre.

Interesantísimas son también las consideraciones del libro relativas a la espiritualidad desde abajo y la comunidad, así como el capítulo denominado “Humildad y humor, rasgos esenciales de la existencia humana”.

Al referirse a los ejercitantes a quienes se ha explicado la espiritualidad desde abajo, describen éstos cómo, ”cuando se sienten incapaces de salir por sus propias fuerzas (de su situación de decepción de los resultados de la espiritualidad desde arriba), no debe forcejear; lo único que deben hacer es clamar a Dios para que los saque de allí hacia adelante. En ese encuentro nos presentamos a Dios con las manos vacías, encallecidas por el esfuerzo, cubiertas de rasguños, para que sea Dios el que nos salve. Allí abrimos las manos y palpamos en el fondo de nuestra nada la fuerza de la gracia, el amor de Dios, comprensible solo, o mejor, en el momento en que llegamos a captar que solos no podemos nada. Hemos llegado a comprender con Pablo la virtud de la gracia de Dios que convierte nuestra fragilidad en plenitud y perfección”.

María José Ayala y Ramón Santillán Mayo de 2013

Escuela para padres

Una escuela para padres por Internet

  •   ACEPRENSA
  •   22.SEP.2011

La Fundación PROFORPA, vinculada a la Confederación Católica de Padres y Madres de Alumnos (CONCAPA) y dedicada a la formación de padres, ha presentado “Escuela de Familias”, un curso on line para padres pensado como guía orientadora para educar a los hijos.

El curso consta de 9 módulos que abordan distintos temas: el desarrollo y crecimiento de los hijos desde que nacen hasta el final de la adolescencia; la familia en la sociedad; el centro escolar; la comunicación y el diálogo en la familia; la resolución de conflictos en la convivencia familiar; el ocio y tiempo libre de los hijos; los medios de comunicación y las nuevas tecnologías; educar en la responsabilidad, el esfuerzo y la autonomía; y, por último, los trastornos más frecuentes en la infancia y la adolescencia.

“Escuela de Familias” tiene como principal objetivo ayudar a los padres a que se impliquen eficazmente en la educación de sus hijos, dicen los promotores. Los temas se analizan teniendo en cuenta el contexto social y educativo actual, que a veces ayuda poco a que los padres puedan ejercer de manera eficaz su cometido.

“Escuela de Familias” ha sido elaborado por un grupo de profesores y especialistas. Los temas se abordan desde múltiples perspectivas –médica, pedagógica, psicológica, legislativa…–, para proporcionar orientaciones prácticas para que los padres puedan llevan a cabo su labor en los diferentes contextos en que han de actuar .

El curso está dirigido también a otros agentes educativos, como tutores, abuelos o

asociaciones de padres de alumnos. Se puede comenzarlo en cualquier momento y cuesta 100 euros.

Diálogo conyugal

Diálogo Conyugal Comunicación para el encuentro

Compartiendo nuestros sentimientos, pensamientos y actitudes podemos DARNOS a la otra persona, ACERCARNOS más a ella y lograr la UNIDAD que tanto deseamos.
No se trata de sólo hablar, hablar y hablar, ni tampoco de estar allí y decir que estamos escuchando, cuando en realidad sólo estamos oyendo e intercambiando información.

OIR ≠ ESCUCHAR CHISMEAR ≠ DIALOGAR

«Con el oído se oye… Con el ser se escucha» «Si me escuchas, me comprendes»

Para una buena comunicación debemos considerar:

¿QUÉ? Lo queremos decir.
¿CUÁNDO? En el momento adecuado ¿CÓMO? Gestos, palabras, tonos.
¿POR QUÉ? Motivo, razón.
¿CON QUIÉN? Persona, estado de ánimo.

¿Qué cosas no nos permiten escuchar? Resentimientos (heridas). Conversaciones anteriores.
Historia familiar (dichos).

Palabras prohibidas:

SIEMPRE – NUNCA – JAMÁS

Palabras vitales:

POR FAVOR – GRACIAS – PERDÓNAME – TE NECESITO – TE AMO PARA COMPARTIR

1. Las tres cosas que más me agradan de ti.
2. ¿Qué temas me cuestan hablar contigo? ¿Por qué? 3. ¿Qué espero de ti?

CÓMO NOS DECIMOS LAS COSAS

¿Cuál de los hábitos de la columna «B» quisiera desarrollar más? Habla de esto con tu pareja y señale el habito dañino correspondiente en la columna «A»?

FORMAS INUTILES DE HABLAR FORMAS DE HABLAR UTILES

Formas de hablar (o de no hablar) que no Formas de hablar respetuosa y

muestran respeto.

personalmente.

1. «Mensajes tú»: Las parejas a menudo emplean el «tu» en lugar del «yo» para criticar, echar en cara las faltas y culparse mutuamente. «Tú no quieres entender»; «¡Me haces enojar!»; «¡Tú eres igualito/a aI».

1. «Mensajes yo»: Usar el «yo» en lugar del «tú» para decir lo que necesitan, desean o sienten, «preferirla que…»; «Me molesta que…»; «Me gusta que tú…»; «Necesito tiempo para pensarlo».

2. Agresiones: Probablemente ustedes saben, por su propia experiencia, que la crítica, las acusaciones, los reproches, etc. hechos en ese mismo momento, no funcionan y nada aportan para los cambios deseados.

2. Fijar un tiempo para hablar: Es mucho mejor fijar un tiempo para hablar de las tensiones, ir al grano, escuchar el punto de vista del otro y buscar formas de ir al encuentro de sus necesidades

3. Silencios: Disfrutan haciéndose la víctima o rehusando hablar, pero con eso nada se consigue. Tampoco vale tragarse la ira, resignarse, no ser sincero o simular estar de acuerdo por «la paz a cualquier precio».

3. Apertura: Decir lo que les molesta, lo que necesitan, lo que les gusta o desean, en lugar de esperar que la pareja lo adivine. Seguir hablando hasta tener la sensación de haber sido comprendidos.

4. Interrumpir: Especialmente para interpretar, analizar lo que dice la pareja, discutir, dar consejos o hacer preguntas que se salen del tema.

4. Reflejar lo escuchado: Cuando hay una tensión, pónganse de acuerdo para escuchar y resumir lo que han oído, verificando si han entendido. No es algo artificial cuando los dos están de acuerdo en hacerlo.

5. Pelear deslealmente: Con burlas, apodos (poniéndole al otro la etiqueta de renegón), gritando con cólera, usando palabras como siempre, nunca, etc…, Cosas que deshabilitan la relación y hasta pueden destruirla.

5. Buscar la comprensión: Cuando el motor se recalienta hay que enfriarlo pidiendo un «tiempo de frenar». Más tarde podrán comenzar diciendo «Deseo comprenderte» y reflejando lo que han escuchado.

COMPLETA LAS FRASES ADECUADAMENTE:

  1. Me siento feliz cuando tú………………………………………………………………………………
  2. Me siento triste cuando tú…………………………………………………………………………….
  3. Me siento alentado cuando tú……………………………………………………………………….
  4. Me siento aburrido cuando tú……………………………………………………………………….
  5. Me gusta que tú…………………………………………………………………………………………….
  6. Quisiera que tú………………………………………………………………………………………………
  7. me siento molesto contigo cuando tú……………………………………………………………
  8. Me siento mejor conmigo cuando tú……………………………………………………………..
  9. Me siento abandonado cuando tú………………………………………………………………….
  10. Me siento cerca de ti cuando tú……………………………………………………………………..

Superar las crisis de identidad sexual

 

 ACEPRENSA  10.MAY.2013

Dos testimonios recientes muestran con sinceridad y valentía cómo, tras superar una crisis de identidad sexual, una persona puede salir renovada y ofrecer comprensión y ayuda cualificada a quienes puedan pasar por parecidos problemas. En ambos casos se comprueba también que la fe

ayuda a realizar esa evolución y a encontrar la paz.

Rosaria Champagne Butterfield explica su caso en unaentrevista, con motivo de la presentación de su libro“Pensamientos secretos de una conversión improbable. El viaje de una profesora de inglés hacia a la fe cristiana”, que ha escrito recientemente en lengua inglesa. Ella era lesbiana y feminista. En 1997 trabajaba como profesora en la Syracuse University de Nueva York, y estaba especializada en estudios sobre el mundo gay. De niña había recibido educación religiosa, pero el escándalo sexual en el que se vio envuelto un sacerdote, al que tenía gran estima, la apartó de la fe y la llevó a “crecer en sus convicciones feministas”.

En octubre de 1997, la Universidad de Syracuse alquiló sus locales al grupo cristiano Promise Keepers para un evento. Champagne protestó formalmente al considerar que tales personas, que según ella defendían ideas machistas, no deberían utilizar las isntalaciones académicas. Fue entonces cuando el ministro presbiteriano Ken Smith la retó con suavidad y seriedad formulándole por escrito preguntas cómo “¿Cuáles son tus suposiciones sobre la verdad del cristianismo?” Ella lo llamó, y Smith y su mujer la invitaron a cenar. Así fue como comenzó una sólida amistad.

Rosaria Butterfield pasó de lesbiana feminista a estar casada con un pastor de la Iglesia Presbiteriana reformada

Después de dos años de relación con este matrimonio, de un diálogo sincero con el cristianismo, y de una intensa lectura de la Biblia, Champagne consideró la idea de cambiar de vida. Un amigo le había aconsejado que podía hacer compatible la relación con su compañera y la fe religiosa. Pero Champagne no encontraba en la Biblia justificación para esa actitud y rechazó ese consejo. De este modo, tras vivir como lesbiana de los 28 años a los 37, cuenta que “un domingo salí de la cama de mi compañera lesbiana, y una hora más tarde estaba sentada en un banco en la iglesia presbiteriana reformada de Syracuse”.

Actualmente está casada con un pastor de la Iglesia presbiteriana reformada y tienen cuatro hijos adoptados. Desde su matrimonio, Champagne abrazó con

facilidad y rapidez su relación heterosexual. Esto revela que, al menos en algunos casos, las tendencias homosexuales son reversibles. Ella reconoce en su libro que “mi vida anterior todavía está al acecho en los bordes de mi corazón, brillante como un cuchillo”. Pero tras diez años de matrimonio su relato transmite una profunda satisfacción personal.

Carolyn Moynihan, en un artículo sobre Champagne en MercatorNet considera que “esta es la gran lección de la historia: la amistad con aquellos que son diferentes a nosotros, o incluso que están enfadados con nosotros, por motivos reales o imaginarios. No todos responderán como Rosaria Champagne Butterfield, pero

algunos lo harán”.

Walter Heyer se sometió a una operación de cambio de sexo, solución que hoy considera un grave error

Un transexual cuenta su experiencia

Otro caso es el de Walter Heyer, quien escribe en La Nuova Bussola acerca de su experiencia transexual. Insiste en que en estos casos es importante explorar la infancia del interesado. Cuando él tenía cinco años, a su abuela le gustaba vestirle de niña con un traje color púrpura; ocurrencia que se repitió muchas veces. A los 10 años, un tío suyo adolescente abusó de él sexualmente, sin violencia y con engaño, dejándole humillado y con una sensación muy negativa.

A los 15 años, Heyer dice que se sentía atrapado en un cuerpo equivocado. Intentó algunos modos de evasión como el alcohol, sin resultado. Posteriormente se casó, tuvo dos hijos, y logró tener éxito profesional. Pese a todo, seguía teniendo deseos de ser mujer. Finalmente, en 1983, terminó en el quirófano del Dr. Stanley Biber; y tras la operación de cambio de sexo afirma que no sacó ningún beneficio psicológico. Heyer nos cuenta que “después de vivir ocho años como una mujer, me di cuenta de que había cometido un terrible error. Mi vida fue destruida y mis hijos fueron devastados por la locura de su padre (…) El trastorno disociativo que padecía solo fue diagnosticado diez años después de la operación”.

Heyer sostiene que “las cirugías de cambio de sexo no hacen más que empeorar la

vida de las personas que se someten a ellas”. Respecto a los transexuales, dice que “no es suficiente una actitud de comprensión: se necesita un apoyo psiquiátrico y psicológico para ayudarles a vencer sus problemas”. En su
libro Paper Genders, Heyer piensa que “es una locura seguir practicando un procedimiento quirúrgico, que causa un gran sufrimiento, como solución a un trastorno que es psicológico (…) No es aceptable que se ignore deliberadamente los factores que están en la base de trastornos psicológicos responsables de la muy alta tasa de suicidios en las personas transexuales: el 30% de ellas”. Estas ideas se ven confirmadas por un estudio realizado en Suecia, respecto al periodo 1973-2003, acerca de los riesgos de suicidio y trastornos psiquiátricos en las personas sometidas a una operación de reasignación de sexo.

Tras distinguir entre intersexualidad –referida a condiciones objetivas sobre ambigüedad sexual biológica– y transexualidad, Heyer aclara que esta última situación se refiere a un trastorno psicológico. Esta idea es confirmada por
una investigación de la Universidad italiana La Sapienza, que desmiente que los transexuales lo sean desde el nacimiento. Heyer ofrece en su web ayuda a los transexuales. Contemplando su trayectoria vital, afirma que “el encuentro con Dios en la oración fue fundamental en la búsqueda de mí mismo (…) Mi fuerza es la de la verdad: hoy yo soy el hombre que Dios ha creado, Walt Heyer, varón, renovado y restaurado”.

Suicidio y aborto

El 80% de las mujeres americanas suicidadas ya habían abortado

Para evitar el envejecimiento de la población es necesario incentivar la natalidad, de acuerdo con el estudio del Instituto de Política Familiar (IPF).

Hispanidad, viernes, 14 de octubre de 2011

Sólo con 750.000 nacimientos al año se lograría alcanzar un índice de fecundidad de 2,1 hijos por mujer, el necesario para asegurar el reemplazo generacional. Uno de cada cinco niños que nacen, es hijo de madres inmigrantes.

Urge, que para que se cumpla el objetivo marcado por el IPF, cerrar todos los chiringuitos abortistas y encarcelar a los médicos dedicados a este fraudulento negocio de la muerte. Así ha sucedido con el cirujano abortista Carlos Morín que se enfrenta a una condena de 309 años de cárcel por 101 abortos ilegales, tras la apertura del juicio oral y en el que el fiscal pide la condena citada. El fiscal también señala que, en las clínicas de Morín, se realizaban los abortos “sin observancia de los requisitos exigibles para la legalidad del aborto, sin límite temporal alguno en todos los casos, siendo ésta una actividad continuada, abusiva y con un único afán desmedido de lucro”

También el aborto tiene otras dramáticas secuelas, según se afirma en el último Congreso Nacional de Bioética, la catedrática de Bioquímica de la Universidad de Navarra, Natalia López Moratalla, explicó que “existe una comunicación natural entre madre e hijo en el embarazo y romperla no es natural, por lo que el aborto supone una violencia sobre la mujer”.

El síndrome post aborto consiste en el estrés postraumático provocando en la mujer que ha abortado la adicción a las bebidas etílicas y a las drogas. Incluso en el riesgo del suicidio, López Moratalla aseguró que de acuerdo con varios estudios internacionales publicados por el Instituto Elliot de Estados Unidos, de las mujeres que se suicidan, entre el 70 y el 80%, habían interrumpido su embarazo.

Los casos de mujeres que sufren este síndrome se han multiplicado exponencialmente un 380%, según los datos que ha presentado Red Madre a la que, en el año 2010, acudieron casi 4.000 mujeres a pedir ayuda para poder sacar adelante su embarazo o por problemas psicológicos post-aborto.

Sandra una joven ecuatoriana de 22 años, ha encontrado refugio entre las paredes de esta asociación. Desde que abortó ya no sonríe. Prefiere no mostrar su rostro. “Sólo se lo he contado a mi madre”, comenta, llena de tristeza, amargura y dolor.

Clemente Ferrer