Adoctrinamiento sexual en los colegios

 

ADOCTRINAMIENTO SEXUAL EN LOS COLEGIOS EN ESPAÑA

 

Nuevo curso con Guía Sexual

Ha comenzado ya el curso escolar y millones de alumnos necesitan prepararse para la vida y el trabajo en una sociedad en crisis, no sólo económica sino de valores. Esta crisis económica hace que descienda un poco el número en los colegios de iniciativa social y crezca algo en las escuelas estatales. No hablamos de «colegios privados» porque todos son públicos, es decir, cumplen una labor social de educar a los jóvenes.

Las escuelas estatales son financiadas totalmente por la administración pública, los colegios concertados reciben una remuneración por lo que ahorran al erario público ?de ahí que no sea correcto hablar de subvención?, y otros muchos colegios de iniciativa social costeados totalmente por los padres porque defienden íntegro su ideario, para quedar al margen de las posibles manipulaciones del ministerio de Educación.

¿Ganar salud en la escuela?

En ese contexto que vemos se sitúa la novedad del curso en forma de la Guía titulada «Ganar salud en la escuela», mediante la que Sanidad y Educación pretenden adoctrinar a los alumnos con la «ideología de género», destacada seña de identidad del socialismo radical en España.

El empeño del actual gobierno por imponer esa ideología de género no concede tregua: trabaja con prisa y sin pausa. Para el curso que comienza ya tenemos esta Guía elaborada por Sanidad, con la ministra Jiménez, y por Educación, con el ministro Gabilondo, para conseguirlo.

Ambos han presentado esa Guía como si fuera un avance educativo, volviendo una vez más sobre tanta información y deformación de la sexualidad. Como si no hubiera nada más importante en la educación de los jóvenes, y como si no estuviera España a la cola de los países con mayor fracaso escolar, en matemáticas, ciencias, lengua, entre otras importantes materias.

Al presentar esa Guía la ministra y el ministro han declarado que está al servicio de la comunidad educativa, cuando en realidad está al servicio de la «ideología de género», que encumbra el sexo como interés principal de la vida y pretende borrar la realidad de la sexualidad personal orientada al matrimonio y la familia, bases necesarias para el avance de la sociedad y el arraigo de las personas.

Dicha Guía está en connivencia con la actual Ley del Aborto que especifica que «los poderes públicos garantizarán la información y la educación afectivo sexual y reproductiva en los contenidos formales del sistema educativo». Muy aséptico en apariencia pero letal para la conciencia de los jóvenes alumnos.

Adoctrinamiento sexual

Nada tan beneficioso como ganar en salud, pensarán muchos padres ingenuos y que no se atreven a hablar con los hijos sobre el valor y sentido de la sexualidad humana; pero beneficioso hasta que se den cuenta de que incluye adiestramiento sexual desde los 3 años: «reconocimiento del comportamiento sexual como expresión íntima del afecto»; y sigue con el conocimiento sobre la morfología de los genitales desde los 6 años. A los 12 años adoctrina a los púberes sobre las prácticas sexuales seguras, y la prevención de enfermedades de transmisión sexual.

Por tanto, bien por enseñar a los niños a lavarse los dientes y otras prácticas de salud, pero mal por el empeño en meterles en el mundo del sexo al margen de los padres, cuando la Guía y los profesores implicados informan con detalles pero sin formar la afectividad y la conciencia como tarea delicada que corresponde a los padres. Es una intromisión abusiva en su derecho a la educación de los hijos, ejercido de acuerdo con sus convicciones morales y religiosas, y con la delicadeza que requiere cada edad y cada criatura.

Entre otras cosas esa Guía postula que el sexo es un modo más de comunicación que no debe estar vinculado a la procreación. En realidad lo considera como un juego apto para todos los públicos. Se apoya en la visión utilitarista de ofrecer al mayor placer sexual para la mayoría, como si fuera la panacea de todos los problemas.

Dominar la educación es parte decisiva de los gobiernos poco amigos de la libertad, pero también un modo de distraer la atención de los ciudadanos españoles de otros problemas más decisivos. Entre ellos, podemos incluir la crisis económica, con casi cinco millones de parados; la erosión del Estado con algunas autonomías separatistas que se venden para apoyar los Presupuestos; o los soldados muertos en una guerra disfrazada de misión humanitaria. Una vez más las batallas decisivas se libran cada día en las escuelas y los padres están, quiéranlo o no, en la primera línea del frente de la educación.

Algunos ejemplos

Ya hay experiencias negativas para la sensibilidad de los alumnos, causadas por los talleres de Educación sexual que se están impartiendo en algunas escuelas. Bastará un botón de muestra.

Una madre refiere que su hija ha estudiado 2º de la ESO en un colegio concertado no católico en Castilla La Mancha. Les hablaron de sexualidad a lo bruto y ella, a una pregunta sobre el amor, respondió que le parecía que amor, sexo y matrimonio iban unidos. Pintaron un círculo en el suelo a su alrededor, y preguntaron si alguien más opinaba así, para que entrara en el círculo. Naturalmente nadie respondió, y ella aguantó la mofa de los monitores de Cruz Roja, los encargados de esa clase, que le informaron de que estaba equivocada.

La chica quedó entristecida y encerrada en sí misma, hasta que su madre descubrió la causa de su repentino cambio de humor. Después de denunciar el hecho ante el Director del centro y a la Inspección Provincial supo que esas charlas deberían darlas psicólogos y no chavales de 18 años, que además habían recibido un cursillo y algunas prácticas. En la última sesión regalaron un preservativo a cada alumno.

En cierto que muchos padres no saben cómo abordar con sus hijos las cuestiones sobre la sexualidad y la afectividad. Por eso cada vez son más las escuelas que brindan charlas y cursos para preparar a los padres, según las edades y psicología diferente de sus hijos e hijas. Les resultará más fácil perder el miedo  si se forman mejor y hablan con ellos de otros muchos temas y valores. Hay escuelas de padres, como decimos, en muchos colegios, institutos y colegios concertados de todo tipo.

También los diversos foros y escuelas de familia, muchos desarrollados desde las parroquias, ofrecen la preparación necesaria a los padres de hoy. Un ejemplo, entre tantos, puede verse en el blog FamiliaYSexualidad.wordpress.com, que responde a las preguntas de los padres, informa sobre la educación afectivo-sexual y aporta formación en materia de familia. Porque, como decía el presidente de Concapa, Luis Carbonel, «estamos hablando de algo muy serio: o educamos nosotros a nuestros hijos, o van a pervertir su inocencia».

No resuelven los problemas

En cualquier caso, el resultado será un incremento de los problemas juveniles con el sexo, el aumento de embarazos, y la difusión de anticonceptivos, que no podrán frenar las enfermedades de transmisión sexual, como muestran las estadísticas sin manipular.

Una consecuencia es el aumento de abortos entre chicas adolescentes que destrozará sus vidas, mientras mejora el negocio de las clínicas abortistas. Y, como llegan inexorables los embarazos indeseados en adolescentes, hay que difundir preservativos, anticonceptivos, la píldora postcoital, y el aborto libre. Todo menos reconocer que los jóvenes tienen capacidad para ser educados en el amor fiel que sabe esperar. Son capaces de ideales más elevados que el juego sexual.

Una gran mayoría de alumnos sufrirá de este curso ese adoctrinamiento en la «ideología de género», pero principalmente muchos alumnos incluidos en el 60 por ciento de alumnos que estudian en colegios estatales, donde todo depende de la lotería de quienes integren el Consejo de dirección y de los profesores que guíen la salud.

Los colegios concertados tienen más defensa, y los de iniciativa social costeados por los padres podrán mantener mejor su ideario e independencia. Pero a los padres, profesores, educadores nos preocupan absolutamente todos los alumnos, que son la esperanza de una sociedad más humana y menos animal.

Jesús Ortiz López. Doctor en Derecho Canónico