Educar la voluntad de los niños

Educar la voluntad de los niños

Educar la voluntad de los niños se consigue con esfuerzo y motivación

Fuente: WWW.GUIAINFANTIL.COM

Conseguir que los hijos sepan controlar su fuerza de voluntad y tengan la capacidad y la preparación para afrontar las dificultades y los retos de cada día, no es así tan fácil, aunque si los padres les educan en este sentido desde que ellos sean aún muy pequeños, no es tan difícil de conseguirlo.

Los niños deben aprender a dominar sus impulsos, sus deseos y voluntades desde que son muy pequeños. De este modo, aprenderán no sólo a controlarse como también a esforzarse para conseguir lo que desean. Aprenderán que sólo con el esfuerzo se consigue y alcanza lo que se propone. Para lograr eso, es necesario hacer con que los niños conozcan sus fortalezas a través de una motivación positiva. Eso les promoverá una buena autoestima, madurez y responsabilidad, poco a poco.

Exigir también cuesta. La capacidad de exigencia amable de los padres y profesores va a marcar, en buena medida, el desarrollo de la capacidad de trabajo y esfuerzo, y de las virtudes de los niños. Exigir que los niños controlen sus voluntades también cuesta esfuerzo. No se puede exigir que de la noche al día el niño aprenda a controlarse. Es necesario tiempo, paciencia, renuncias y sacrificios. Sin embargo, sin este esfuerzo, no se conseguirá nada con los niños.

Los enemigos de la fuerza de voluntad de los niños
En la actual sociedad es muy normal en muchas familias que los padres pretendan evitar que sus hijos sufran o se esfuercen en demasía. Quieren, por supuesto, una vida mejor para sus hijos, con menos exigencias y más comodidad. Lo que ocurre es que acaban sobreprotegiendo a sus hijos. De este modo, no estarán enseñándoles a superar sus dificultades, a superar los problemas, ni a que se esfuercen por alcanzar lo que desean.

Para que un hábito bueno se convierta en virtud es necesario que los niños entiendan qué hacen y por qué lo hacen, además de cómo lo hacen, si esforzándose o simplemente exigiendo a sus padres sin controlar su voluntad. Las virtudes y los valores son los que pueden ayudar al niño a controlar su voluntad y promover el esfuerzo. Aquí tenéis algunos consejos que pueden ser aplicados en el día a día de la familia:

1- Que los niños acaben las tareas o deberes escolares antes de ir a jugar;
2- Motivar positivamente sus buenos comportamientos e intentar hablar con ellos (positivamente) de los malos;
3- Reconocer su interés y sus esfuerzos (aguantar la sed en un viaje, acabar los deberes, dejar la ropa preparada por la noche…);
4- Dar ejemplos (de no quejarse, ser decidido, de disciplina, de comprometimiento…)
5- No decir jamás frases negativas como «eres un desastre», «eres impaciente», etc.

Fuente consultada:
– Actualidad Docente