El chantaje de la ONU a los países pobres

El chantaje de la ONU a los países pobres: o promueves el aborto o te quedas sin dinero

La página mexicana Yo Influyo denuncia las presiones de Naciones Unidas sobre los rebeldes

La multinacional del aborto, regida por el lobby feminista que impera en Naciones Unidas -ahora empieza a compartir poder con lobby gay- siempre se ha alimentado de tres tipos de fondos. Los de las propias Naciones Unidas, financiados por los países miembros, a escote, los fondos que otorgan gobiernos concretos para fomentar el aborto y la esterilización en el mundo, y los que otorgan los gran plutócratas del mundo como Warren Buffet, Bill Gates, las fundaciones Ford, Rockefeller y HP, etc.

En el segundo apartado, por poner un ejemplo, hay que recordar que uno de los escasos avances en defensa de la vida del no nacido durante la etapa George Bush ha consistido en anular la financiación del aborto en el exterior por parte de la Casa Blanca, que los Clinton habían convertido en pieza básica de su política exterior.

En lo que respecta a la financiación ONU, lo más duro, como denuncia Yo influyo, es que se está utilizando el dinero común de la ONU para financiar el aborto en el mundo así como las esterilizaciones masivas. Y en forma de chantaje: es decir, si el Gobierno del país impecune no se somete a los dictados ONU le retiran la ayuda internacional: sanitaria, contra el hambre, etc.

Recientemente, el 4 de enero de 2008, se informó que la ONU recomendó a México incluir en la Ley General de Salud “la capacidad de decisión de las niñas y mujeres para abortar”,y  “manifestó su preocupación de que los debates judiciales sobre los derechos a la sexualidad y a la reproducción no sean del todo ‘garantistas’ (sic) de la libertad sexual y reproductiva de las mujeres conforme a los estándares internacionales”.

La directora de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Louise Arbour, consideró como “un avance en los derechos de la mujer” que en los Estados de Morelos, Baja California y el Distrito Federal, se legalizara el aborto. También ella recomendó “la homologación de las legislaciones estatales para incluir los abortos legales y que las mujeres puedan elegir libremente sobre su embarazo” (agencia Milenio).

Estas indicaciones del Alto Comisionado llegaron cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación anunció que la revisión de los recursos de inconstitucionalidad presentados por la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Procuraduría General de la República contra la legalización del aborto hasta la 12ª semana de embarazo en el Distrito Federal, sería un tema primordial.

En lo que a la CEDAW se refiere, felicitó al anterior gobierno del Presidente Vicente Fox por medio de la Presidenta en turno del INMUJERES en la Sesión No. 36 (07/25-08-06), por la implementación de políticas de equidad de género y salud reproductiva (aborto encubierto); sin embargo, el Comité le exigió a México profundizar en estos programas. Es necesario decir además que la Santa Sede denunció en el año 2000 la Recomendación General No. 24 del CEDAW (1999) que condena las leyes que prohíben o limitan el acceso al aborto.

Los y las artífices de la nueva “perspectiva de género” presentes en estos organismos, apuntan la necesidad de “de-construir” a la familia, el matrimonio, la maternidad y la feminidad misma, para que la mujer pueda ser “libre” e “igual” al varón y adquiera una ciudadanía de primera.

Los once miembros que acaban de ser electos para el comité de monitoreo de la CEDAW (julio de 2008), fueron escogidos por grupos radicales feministas para impulsar su agenda pro-aborto.

Una vez que un comité de la ONU envía una recomendación a algún país para liberalizar las leyes a favor del aborto, los grupos activistas emiten notas a las cortes o envían cartas a líderes gubernamentales haciéndoles ver su obligación de adherirse a las recomendaciones de estos comités simplemente porque ya firmaron el Tratado.

Esto es un descarado abuso del poder. De esta manera, otras agencias de la ONU los apoyan chantajeando a países subdesarrollados ya que, si no cumplen con dichas recomendaciones, pueden perder financiamiento internacional de ayuda y algún otro apoyo.

El ejemplo más reciente de este problema en México es un memorándum legal elaborado por Amnesty International (Amnistía Internacional), dirigido a la Suprema Corte de Justicia de la Nación en donde, primero, apoya la ley pro-aborto del año pasado aprobada por la Asamblea Legislativa del DF, y proclama que debido a que México forma parte de la Convención Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR) y otras convenciones y tratados de la ONU, el país debe legalizar el derecho al aborto.

Esta organización aparentemente refleja la estrategia adoptada por el Centro de Derechos Reproductivos (CRR) y la Comisión Internacional de Juristas, quienes también entregaron una “Intervención de Terceros” a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (noviembre, 2007).

De esta manera se ejerce coerción para que nuestro país acepte el aborto como parte de los derechos humanos; esto solamente puede verse como una amenaza seria a nuestra soberanía. ¿Es así como las mujeres adquiriremos la deseada igualdad?

Fuente: Zenit