Conformismo intelectual en las bodas gay
El conformismo intelectual sobre las bodas gays
ACEPRENSA 24.ENE.2013
Puede parecer que el reconocimiento de las uniones homosexuales como matrimonio es un asunto muy debatido. Y sin duda lo es en los parlamentos, en los tribunales y en la opinión pública. Sin embargo, aun tratándose de un tema que merece una atenta reflexión, sorprende que en los ambientes intelectuales, que al final son los creadores de opinión, esté hoy mal visto expresar opiniones
contrarias al matrimonio gay. ¿No revela esto un conformismo que ha cambiado de dirección? ¿La independencia de juicio se somete al temor de desafinar en el coro?
En Italia ha sido Ernesto Gallí de la Loggia (1942, historiador y publicista), el que ha suscitado la cuestión en el Corriere della Sera. Galli della Loggia, un intelectual procedente de la izquierda laica y que hace gala de un pensamiento independiente, se preguntaba en un primer artículo (30 de diciembre) por qué —fuera de la Iglesia Católica y, recientemente, del judaísmo (el Gran Rabino de Francia, Gilles Bernheim)— no existan voces que cuestionen la pretensión matrimonial de las uniones homosexuales y de la adopción por parte de esas parejas. Galli hablaba de ―las religiones que desafían el conformismo sobre los gays‖, y se hacía eco sobre todo de los argumentos de Bernheim, mostrando su sintonía con los de Benedicto XVI. De ahí concluía ―lo importante que es que la discusión pública se realice con valentía, desafiando el conformismo que a menudo se extiende entre la intelectualidad convencional y en el mundo de los media‖. Y lo aplicaba al caso de Italia donde, decía, ―es siempre tan fuerte la tentación de tener razón aplicando etiquetas al que disiente en vez de discutir los argumentos‖.
Le contestó desde Il Foglio (15 de enero) Luigi Manconi, quien se preguntaba cómo se puede hablar en este tema de sometimiento al mainstream de las ideas dominantes en un país donde todavía no hay ningún reconocimiento civil
para las uniones homosexuales y en el que muchas veces esas personas son discriminadas y despreciadas. La mentalidad y los sentimientos colectivos distarían mucho de reconocer su diversidad.
Le responde a su vez Galli della Loggia en el Corriere della Sera (23-01-2013), advirtiendo que eso es compatible con el conformismo de los ambientes intelectuales de los que él hablaba, y recuerda al respecto una frase de Orwell: ―El conformismo de los intelectuales no se mide por lo que piensa la gente corriente, sino por lo que piensan los otros intelectuales‖. Y este conformismo, hoy en día, lleva a estar por principio a favor de las reivindicaciones del movimiento homosexual.
Una razón obvia de esta actitud se explica porque a los intelectuales occidentales ―les gusta erigirse en defensores de toda minoría que se presente como débil, oprimida o incluso perseguida‖, como ha ocurrido históricamente con la minoría homosexual. Por eso, en el ambiente intelectual, aunque uno
esté íntimamente convencido de que el género corresponde a una base sexual biológica, o de que no se puede hablar del derecho a tener un hijo sino del derecho del niño a tener un padre y una madre, no se atreve a decirlo claramente. ―Por la simple razón de que no le gusta exponerse al juicio negativo que tal afirmación le atraería inmediatamente por parte de sus iguales. Por lo general, los intelectuales no temen el juicio de la gente corriente (más bien a menudo se complacen en contrariarlo); pero temen mucho, en cambio, el de su ambiente, el de otros intelectuales‖. Y en la sociedad democrática de hoy, ―la opinión de los intelectuales – especialmente en lo que se refiere al ámbito de los valores personales y de las costumbres– está destinada a convertirse, antes o después, en la opinión |
dominante‖. Las imágenes reveladoras Esta opinión se manifiesta no en el mainstream político, sino en algo mucho más profundo, en ―el parámetro revelador de las imágenes, en el lenguaje de la publicidad que remite obviamente al ámbito supremo que es la economía‖. |
transexuales; el administrador de Goldman Sachs hace un anuncio en TV a favor del matrimonio gay porque ̳la tolerancia es un buen negocio‘. En cambio, no se sabe de ningún presidente de gran empresa que se haya dejado ver en el Family Day, apostilla. |