Dedicado a jóvenes ateos de la generación facebook
Entrevista con la escritora Mary Eberstadt, autora de “The Lose Letters”
WASHINGTON D.C., jueves 8 de julio de 2010 (ZENIT.org).- El cristianismo tiene mucho más que ofrecer al mundo de lo que los ateos reconocen, dice la autora de The Loser Letters, un libro que está teniendo éxito en Estados Unidos, y que algunos han comparado con el estilo de C.S.Lewis.
En esta entrevista concedida a ZENIT, Mary Eberstadt, investigadora del el Instituto Hoover en Washington, DC, habla de su acercamiento único a la apologética de cara a la “generación Facebook”, en su libro The Loser Letters: A Comic Tale of Life, Death, and Atheism (Cartas del Ausente: un cuento cómico sobre la vida, la muerte y el ateísmo, n.d.t.), recientemente publicado por Ignatius Press.
-Su libro tiene un título único, The Loser Letters. ¿Qué hay detrás del nombre y a quíen tenía en mente cuando lo escribió?
Mary Eberstadt: The Loser Letters es un epistolario satírico sobre el nuevo ateísmo, contado desde el punto de vista de una mundana y explosiva chica veinteañera americana, conversa entusiástica a la ausencia de Dios.
Se trata de efusivas cartas que ella escirbe a los nuevos ateos – los señores Dawkins, Hitchens, Dennett y demás. Aparentemente, ella está tratando de señalar los defectos de su movimiento con la esperanza de su fortalecimiento. Por supuesto, cómo se desarrolla la historia y cómo su propia historia se desarrolla poco a poco, los lectores dan cuenta de que algo muy diferente está sucediendo.
Como su personaje – A.F. Christian – señala al principio del libro, si los nuevos ateos tienen razón sobre Dios, y todos los creyentes a lo largo de la historia están equivocados, entonces Dios es el mayor loser de todos los tiempos (expresión americana para alguien irremediablemente fuera de contacto). Por eso ella se refiere a él a lo largo del libro como Loser, con L mayúscula.
Es una historia que opera en diferentes niveles, y creo que cualquier persona mayor de 16 o así puede leerlo con interés – especialmente porque es satírica de principio a fin. Pero yo tenía en mente sobre todo a los lectores de entre 20 y 30 años, que no hayan estado expuestos antes a la apologética tradicional, y que no se dan cuenta de que hay una larga y fuerte tradición de oposición a la clase de argumentos hechos por las celebridades ateas actuales.
Más allá de la sátira, The Loser Letters es apologética para la generación Facebook.
-Su libro es una sátira cómica que revela la parte más oscura de las doctrinas ateas cuando se vive en la cultura. Tiene el sabor de «Cartas del diablo a su sobrino” de C.S. Lewis, pero con un toque moderno. ¿Formó parte Lewis de su inspiración?
Mary Eberstadt: Sí, y mucho. Como la mayoría de las personas que han leído las Cartas, estoy permanentemente enamorada de su extraordinaria mezcla de humor desenfadado e incluso mordaz, por una parte, y apologética ortodoxa gravemente seria por el otro.
Dicho esto, sin embargo, yo tenía sólo vagamente al maestro C.S. Lewis en mente al escribir este libro. Aparte del hecho de que ambas historias son sátiras en favor de los cristianos, difieren en casi todo lo demás (¡empezando por el hecho de que hay un sólo y único eterno CS Lewis!).
The Loser Letters está narrado en una jerga americana actual; su protagonista, como decía, es una joven, escribe sus cartas desde la rehab – las diferencias aumentan cada vez más. Lo más importante, mientras que Cartas del diablo a su sobrino tienen como tema principal el argumento fantástico del auto-engaño humano, The Loser Letters es ante todo una historia de redención individual – tensa y extraña, tal vez, y repleta de humor negro, pero con todo, la redención es su tema principal.
-¿Cuáles son algunos de los argumentos cristianos o de los logros que su protagonista cree que necesitan ser apuntalados en la retórica atea si quieren ganar la batalla a los conversos?
Mary Eberstadt: Una de las muchas características del nuevo ateísmo que hace que sea fácil de satirizar es que sus líderes manejan de forma muy ligera e imprecisa la historia humana. Como A.F. se divierte bastante señalando, el bagaje real del cristianismo en el mundo – histórico, intelectual, estético, y así sucesivamente – es “sólo un poco diferente” de lo que sugieren.
Por ejemplo, tal como sostiene A.F. en una de las cartas, si los nuevos ateos insisten repetidamente en el número de muertos de la Inquisición – y ciertamente lo hacen – bien, fair’s fair; pero ¿qué pasa con el número de muertos del marxismo, el comunismo y el fascismo alemán, estos regímenes ateos conscientes, incluso públicamente responsables de los crímenes más atroces del siglo XX?
En otra carta, del mismo modo, A.F. aconseja a todos los ateos de que se mantengan alejado de cualquier discusión sobre estética – por el hecho de que no supone nada más que problemas para ellos. Después de todo, como ella señala, la mayor parte de la más grande música, arquitectura, literatura, pintura y escultura a lo largo de la historia humana ha sido creada en nombre del Ausente (o, en el caso de la antigüedad clásica, de los ausentes en plural, como dice ella) .
Contra este record, pregunta a los ateos, ¿con qué cuenta el arte conscientemente ateo? ¿El centro de la ciudad de Pyongyang? ¿Elton John? ¿El constructivismo? ¿La banda de rock Rammstein? «Ya ven dónde llego con ello», les dice ella. «A ningún lugar bueno para nosotros.»
Estos son sólo algunos ejemplos de cómo A.F, compromete a los ateos sobre la falsedad o la ignorancia de las contribuciones judeo-cristianismo al mundo. Como también les repite, su único propósito en criticar el movimiento es para que se vuelva más persuasivo hacia otros posibles conversos – aunque, como se menciona, al final del libro el lector se da cuenta que no todo era como parecía.
-Usted habla de una reacción “tipo Ozzie and Harriet» ¿Qué es y cómo se ve en la cultura?
Mary Eberstadt: Ozzie and Harriet era una serie de televisión americana que comenzó en los años 50, centrada en una familia feliz formada por mamá, papá y dos hijos. Esta serie adquirió un estatus de icono cultural, y el título se usa a menudo como símbolo. Por ejemplo, cuanto los progresistas que denigran a la familia tradicional quieren expresar su desaprobación ideológica, invocan a menudo a Ozzie and Harriet como si fuesen algo desagradable.
Lo interesante, creo yo, es que el ostracismo de la familia natural por parte de los críticos de izquierdas está siendo saboteado de una forma fascinante – a través de la cultura popular de los propios jóvenes, muchos de los cuales vibran con el triste anhelo precisamente de eso: un hogar intacto con mamá, papá y niños.
Por ejemplo, uno de los cantantes más vilipendiados y sin embargo populares de las últimas dos décadas es un rapero malhablado llamado Eminem. Sin embargo, si uno realmente escucha sus canciones, éstas vuelven frecuencia a temas que se encuentran por todas partes en la cultura juvenil – su rabia contra el padre que abandonó el hogar, su deseo de poder darle a su hermana menor un verdadero padre, su determinación de ser un mejor padre él mismo.
Algunos de estos temas son también sonados por otro rapero, Tupac Shakur. Y también aparecen aquí y allá en otra música popular para niños, incluida la cantante Pink y las bandas Good Charlotte, Pearl Jam y Nickelback – la lista es interminable, y eso es sólo la evidencia musical. También hay una serie de películas dirigidas a los niños que muestran una nostalgia similar hacia días en que la mayoría de la gente venía de hogares intactos con ambos padres.
Esa reacción cultural, que es muy real para cualquier persona que vea o escuche, no es ampliamente comprendida, ya sea en los Estados Unidos o en cualquier otro lugar. Pero habla de algo profundo. Usted puede sacar a los niños fuera de la familia – pero no puede quitar de los niños el anhelo de una verdadera familia natural.
Y por extensión, creo yo, los niños también echan de menos de la misma forma incoherente otras instituciones tradicionales que su cultura cada vez más secularista desprecia – empezando y acabando con la Iglesia. Al contar The Loser Letters a través de su propia jerga, espero mostrar algunos de esos anhelos más profundos.
-Se han escrito libros sobre el dolor de los ateos, como «La fe de los huérfanos: La psicología del ateísmo», de Paul Vitz. Su protagonista, según revelan las páginas, ha tenido una vida algo trágica, incluyendo adicción a las drogas. ¿La inclusión de este elemento en el libro es algo más que un añadido al humor negro?
Mary Eberstadt: Sí, y mucho. En cierto sentido, A. F. es cualquier mujer. Es alguien reconocible para casi todos nosotros hoy en día – una mujer joven que se crió en un hogar creyente, luego se fue a la universidad y perdió su fe, y finalmente se sumergió en el amplio mundo, donde su desarme religioso resultó perjudicial para ella.
Mi punto de vista es que las cosas malas e indeseables y evitables le suceden a A.F. no por casualidad, sino precisamente porque nuestro mundo cada vez más secularizado hace que los jóvenes sean más vulnerables de lo que solían ser a todo tipo de tendencias tóxicas. Creo que esto es especialmente cierto para las mujeres jóvenes.
El entusiasmo por la liberación sexual que cada nuevo ateo abraza tiene una pendiente oscura que ninguno de ellos admite. Ésta hace mucho más fácil explotar a las mujeres jóvenes en el nombre de la liberación, como por desgracia descubre A.F.
Al hacer de ella un personaje que puede hablar de su historia en el mismo idioma de tantos otros jóvenes rotos de hoy, estoy tratando de llegar a las personas como ella – en parte, con la esperanza de que se piensen dos veces si sus creencias religiosas pueden protegerles, ya que nadie fue capaz de proteger a A.F.
-Aunque su libro es una sátira acerca de cómo el ateísmo sencillamente no hace las cosas bien, ¿tiene sugerencias – más allá de «comprar mi libro» – acerca de cómo los católicos pueden ayudar a difundir la verdad sobre todo lo que el cristianismo tiene que ofrecer?
Mary Eberstadt: Parte de la razón por la cual los nuevos ateos han tenido tanto éxito en la plaza pública occidental es que son firmes, audaces y sin ambigüedades. Los jóvenes responden positivamente de forma especial a los adultos asertivos.
Así que la solución para aquellos que quieren contrarrestar este movimiento, creo – o al menos evitar la estupidización de nuestra comprensión de la civilización occidental – es asumir esa lección del nuevo movimiento ateo acerca de ser proactivos .
Ya sea que seamos escritores o líderes juveniles o maestros o trabajadores de la construcción no importa; de todos se espera que adoptemos una postura más pronto o más tarde. Y cuando lo hagamos, por decirlo en más argot americano, hay que «jugar a la ofensiva – no a la defensiva». Esa es una razón más por la que escribí el libro.
Por Carrie Gress, traducción del inglés por Inma Álvarez